Para comparar la densidad de algunos objetos sólidos, se introducen en un vaso con agua, y aquel que sea más denso se hundirá en el fondo, pero el que no, flotara. Aunque hay que tener el cuenta que la densidad del agua es de 1 g/cm³ y los sólidos con mayor densidad de esa se irán hacia el fondo.En cambio los líquidos que se introducen en un recipiente uno sobre otro en la parte superior quedará el menos denso, y en la parte inferior el más denso.
La densidad es una propiedad intensiva de la materia, es decir: que no depende de la cantidad de masa para adquirir un valor determinado. Con esta información se infiere que la densidad es constante en una sustancia, es decir que así exista un litro de agua, o diez litros de agua, la densidad en ambos casos va a ser igual.
A pesar de eso, la densidad puede sufrir algunos cambios si sufre los siguientes efectos:
- Cuando aumenta la presión, la densidad de cualquier material estable también aumenta, notablemente en los gases, poco notable en líquidos y sólidos.
- Como regla general, al aumentar la temperatura, la densidad disminuye (si la presión permanece constante). Sin embargo, existen notables excepciones a esta regla. Por ejemplo, la densidad del agua dulce crece entre el punto de fusión (a 0 °C) y los 4 °C; algo similar ocurre con el silicio a bajas temperaturas.